Las competencias blandas, también llamadas soft skills, son habilidades sociales y emocionales que facilitan la interacción, la comunicación y el trabajo en equipo, independientemente de los conocimientos técnicos. Incluyen destrezas como la inteligencia emocional, el liderazgo, la resolución de problemas, la adaptabilidad y el pensamiento crítico, siendo esenciales para el éxito profesional y personal.